jueves, 17 de noviembre de 2016

En el jardín



Me encantan los jardines botánicos, aunque no sea el hábitat natural de un bosque siempre es una gozada poder admirar las especies vegetales tan distintas.
Además el ambiente que tranquilidad y el olor a tierra me transporta a un oasis en plena ciudad.

Estos vergeles urbanos son el refugio de mucha fauna silvestre que encuentran  aquí un lugar de descanso en muchas de sus migraciones.



         Además es un lugar ideal para acercar y enseñar a los niños aspectos de la naturaleza que ya no les rodea por desgracia.


 Se convierte por un día en un aula al aire libre dónde se aprende con todos los sentidos: el tacto, el color, los olores y el juego.

La lección de ese día seguro que no la olvidan porque es toda una experiencia.